Según la colorterapia o psicología del color, nuestro estado de ánimo, sentimientos y conducta se ve afectada por los colores.
Durante los seis primeros meses de vida, sólo vemos en blanco y negro. Pero después… ¡tachán! Se va abriendo un arco iris de estímulos.
Al principio los niños empiezan a descubrir los colores primarios (el rojo, el primero). Por eso los juguetes infantiles suelen tener estos colores.
El blanco es un lienzo para la creatividad.
El azul favorece la calma y que tengamos unos dulces sueños.
El verde es ideal para aprender a leer.
El naranja y el amarillo, estimulan la energía y el positivismo.
Y así, cada color tiene un papel importante en este despertar de los niños y niñas.